La Confianza y los miedos
"Creo que debemos redefinir lo que significa ser curado. La curacion es la pérdida del miedo que solo llega cuando perdemos el miedo al cambio, porque ya hemos descubierto esa parte de nosotros mismos que esta más allá del cambio"
Deepak Chopra
Estamos convencidos por experiencia propia que nuestra falta de salud mental viene por el miedo. Dicho de otra manera: la falta de confianza en que la solución la llevábamos dentro.
Hace tiempo, tras una dura experiencia, llegué a la conclusión de que la vida es como los perros:
Si te nota el miedo te muerde.
Pero, ¿por qué tenemos miedo?, o, dicho de otra forma, ¿a qué se debe la falta de confianza?
El primer miedo y fundamental es un miedo acomodaticio.
Desde pequeños nos han inculcado una imagen de nosotros mismos y nosotros la hemos admitido.
Desde que ese rol se instala en nuestro ser, no hace otra cosa que impedir que alguien cambie su trono.
Todos hemos oído decir el hombre es animal de costumbres. La costumbre más arraigada es esa identidad (falsa) que nos viene muy bien para sobrellevar lo cotidiano, pero que no está dispuesta a retirarse para que advenga de nuevo el legitimo soberano:
nuestra identidad primigenia, nuestro verdadero ser.
Ese es el miedo fundamental y más paralizador, no lo olviden.
Porque, ¿cuántos de ustedes estarían dispuestos a reconocer que no son eso que les han dicho que son?
Hasta esa decisión no hay nada que hacer para desarrollarse plenamente se lo aseguro.
Ahora bien una vez que vamos asumiendo eso, pero en el fondo de nuestras creencias ultimas, el cambio se da instantáneamente
Ejercicio:
Tomar una hoja para anotar.
Cada día (los días que sea necesario), en esas horas en que el consciente está más arcano del subconsciente (recién levantados, al acostarse pero sin excesivo cansancio ni insomnio, relajados en la meditación o respiración completa) intentamos ver las situaciones que más miedo nos dan, una vez vistas se anotan en la hoja.
Tras unos días y cuando ya vemos que no nos salen más situaciones, se observan las anotaciones y veremos que hay circunstancias que nos producen un especial miedo y que se repiten.
Ahora coger otra hoja y dividirla en dos.
En el lado izquierdo ponemos “miedos” y anotamos las situaciones que se repiten y qué más miedo nos dan.
En el lado derecho escribimos “confianza”.
Intentamos recordar la situación que más felicidad, plenitud, confianza hemos tenido en nuestra vida. Tal vez nos salgan varias, debemos escoger esa en la que la confianza y la seguridad partan de nosotros mismos y no de la protección de otros (padres, dioses, pareja, amigos, etc.) y aquella situación en la que nos considerábamos más nosotros mismos.
La intentamos volver a sentir en toda su intensidad. La disfrutamos de nuevo, la sentimos con todo nuestro ser, con todos los sentidos, la olemos, la tocamos, la vemos. La retenemos lo más que podamos, respirando intensamente. Por último, la afianzamos en nuestro recuerdo consciente.
Tomamos la hoja y vamos viendo uno por uno los miedos. Tomamos el primero y recuperamos el sentimiento de confianza, de amor, de paz, de seguridad. Cuando nos sentimos fuertes aunque viendo de reojillo el miedo, intentamos vernos en la circunstancia que nos da el miedo, pero ahora seguros de nosotros, sin miedo. Por ejemplo si es un perro, notamos como lo acariciamos, sustituimos la sensación de miedo por la de amor, seguridad, confianza, respirando profundamente disfrutando igual que disfrutábamos nuestra mayor experiencia de felicidad. Lo anotamos en la hoja como definitiva solución, y con la seguridad de que así es.
No hay que preocuparse si no sale a la primera. Siempre hay algo que falla. O bien no hicimos bien la selección, o no visualizamos el momento feliz, o no estábamos lo suficientemente relajados (pero esto no nos sirva de escusa para el victimismo de nuevo, si no para la paciencia y la seguridad). Por eso es fundamental lograra la respiración y el ejercicio de “olvidarnos del mundo”. Se tarde lo que se tarde no importa. Esto es lo más importante para nosotros ahora. No podemos caer en el circulo de que otros problemas no nos dejen atender al más importante:
SER NOSOTROS MISMOS.
