Antonio Blay Fontcuberta
ANTONIO BLAY. (Barcelona 1.924 - 1.985)
Actualmente se le considera el psicólogo precursor de la Psicología Transpersonal en España. "Su obra abarca desde los aspectos académicos de la psicología moderna, incluyendo los aspectos humanísticos, hasta la experiencia trascendente de los místicos occidentales y orientales" (Def. Gran Enciclopedia Catalana).
Somos muchas las personas que estamos interesadas e implicadas en atender un anhelo, una inquietud interna. Le ponemos distintos nombres y tratamos de desarrollarlo por distintas vias. Somos muchas las personas que compartimos la vivencia de que la aportación de Antonio Blay resulta fundamental en nuestra búsqueda, en el desarrollo de nuestra demanda. Compartimos la vivencia de que con su aportación nos sitúa, nos ordena y orienta, a un nivel que sentimos resonar internamente como muy auténtico o genuino.
Antonio Blay nos habla de un modo claro, concreto, directo; pero sobre todo nos habla de un modo sincero. Nos habla desde su experiencia. Su interés, nos dijo en muchas ocasiones, nunca fue crear adeptos, hacer escuela. Él estaba interesado en transmitir su Experiencia, con el fin de que nos fuera útil, con el fin de que nos estimulara y orientara en nuestro proceder. Puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que su aportación cumple sobradamente tales objetivos. Veinte años después de su muerte, el impacto de su aportación sigue extendiéndose. Cada vez somos más los que nos interesamos por sus planteamientos y sus propuestas. Por otro lado, aquellos que las conocemos, fácilmente tendemos a implicarnos progresivamente más en ellas.
En esta página Web, pretendo colaborar un poco más en el acercamiento y difusión de su trabajo. Este espacio puede ser también un espacio más de contacto, de comunicación e intercambio.
Y, en otro orden de cosas, es también para mi una oportunidad para poder dar testimonio de mi profundo agradecimiento hacia mi padre,
Carolina Blay
web oficial:www.antonioblay.com/index.htm
"Pensando en como poder explicar mejor todo eso que hay por explicar, me ha parecido que quizás sería lo mejor no seguir ningún esquema así trazado en el papel, sino contar pues las cosas que a través del trabajo se han ido descubriendo; y a contar directamente la experimentación en el trabajo.
Para mí fue muy importante en mi juventud, -porque mi infancia fue totalmente mediocre- en un momento dado apareció lo que es normal que aparezca, ¿verdad?, la inquietud, el interés por descubrir realmente qué es uno, qué es la vida, qué sentido tiene todo, qué pasa en la muerte, Dios; en fin, todas esas cosas.
Claro, lo que voy a contar, no lo voy a contar todo por un orden cronológico, porque no interesa para nada mi vida personal, sino que lo que interesa es lo que hay -diríamos- de descubrimiento, de realización, en un grado u otro de cosas, porque eso es lo que realmente pertenece a todos y está más allá de toda biografía personal.
Entonces, como todo lo que explico de hecho parte de lo que es experiencia, pues me ha parecido que lo más directo sería eso, hablar directamente pues de lo que se ha descubierto, tal como lo he ido descubriendo o se ha ido produciendo en mí.
Desde luego, todo lo que explico, no invento nada, y procuro ser lo más directo y sincero posible. Para mí fue muy importante pues, durante este tiempo de investigación, de crisis, averiguar qué era yo, y claro hice lo que siempre se hace ¿verdad?, que si leer, que si consultar, que si la religión, la filosofía, preguntas, inquietudes.
Pero la cosa, aunque leía cosas muy bonitas y oía cosas muy hermosas, de hecho, eso no aclaraba mi demanda de verdad. Y esto yo lo viví con una fuerza muy grande, una fuerza tan grande que para mí no había otra cosa día y noche.
Cansado de teorías, de puntos de vista, de opiniones, de creencias, un día hice la resolución de dejar de lado absolutamente todo lo que me habían dicho y contado y leído, y que yo me dedicaría a investigar por mí mismo, y que sólo aceptaría aquello que yo pudiera vivir y experimentar directamente.
Así pues, todo lo que después he ido explicando, y lo que sigo viviendo y trabajando, es en explorar directamente, de una manera vivencial, las cosas, la realidad, mi realidad. De que soy una persona, creo, muy pragmática, muy práctica, aunque a algunos les parezca quizás, muy teórico.
La historia empezó para mí, cuando tenía 17 años, una noche. Una noche me desperté fuera del cuerpo en un estado de felicidad inconcebible, fabuloso. Una luz que era un gozo, inenarrable, sin límites, algo de lo que yo no tenía absolutamente ningún precedente, ninguna teoría, ninguna noción teórica en absoluto. Era la felicidad total. Pero lo curioso de eso es que, en esa felicidad yo tenía la evidencia de que eso era Yo, de que no era una cosa ajena a mí, sino que esa era mi identidad. Yo en esa felicidad era yo mismo del todo.
Eso, no fue solamente una experiencia, sino que fue un estado, que después, al descender –diríamos- a la conciencia personal, no tiene –no tenía- aquel resplandor, aquélla fuerza fabulosa, pero que se mantenía ahí todo el rato. Con el tiempo, pues esto ha permanecido siempre, pero como si mi conciencia personal se hubiera ido –diríamos- distanciando un poco de eso al meterme más en las cosas personales. Esa experiencia me dio, pues la