¿Comer o alimentarse?               En el desarrollo de las costumbres sociales y vivenciales hay una recopilación muy amplia en relación con la alimentación. Cada grupo étnico, cada zona geográfica, cada cultura ha manifestado sus necesidades y parte de su representación, en la nutrición. Por supuesto, que este no es el único modo de expresarse, pero es importante desde el punto de vista de la salud. Se ha sabido desde tiempos antiguos que el ser humano, es capaz de alimentarse, de casi todas las formas de energías almacenadas en los elementos de los “reinos vivos”. Esta forma de ver los componentes con posibilidades de darnos sustento, ha sido la causa de muchos compendios de nutrición, vastos y diarios. Hoy en día es normal hablar de “dieta vegetariana”, “ovo-lacto-vegetariana” y otras por el estilo. La alimentación es significativa y los actuales parámetros de salud, requieren formas alimentarias naturales y por lo tanto, parece procedente, acudir a dietas que nos proporcionen esa imagen. Existe un riesgo cuando uno se entusiasma con dichas dietas desbalanceadas; es la desnutrición. Cada vez se hace más ardua la lucha contra la osteoporosis y la anemia entre otros, en los casos apasionados con dietas, que no incluyen lo necesario para vivir, con la calidad adecuada.

Sabemos que el ser humano es omnívoro, lo que significa que se puede alimentarse de variadas formas. Ser omnívoro, permite una alimentación elegida de entre lo mejor de cada estación climática; otorga la forma más eficiente de nutrirnos según el desgaste físico e intelectual, para recobrarnos de las actividades que realizamos. Las dietas exóticas de claro corte purificador, se han diseñado en general para un fin espiritual o religioso, con el aporte de la “Magna Energía”, que nutre la existencia plena en términos ideales. Para esto es inevitable canalizar los “Rayos Inmanentes” y tener el conocimiento de su poder. Sin la presencia de esta energía espiritual, no es posible llegar al Ser superior, ni sostener la existencia en significados ideales. El aprendizaje espiritual, exige de una instrucción concreta; no basta con la alimentación ni mucho menos con solo desearlo. Hay riesgos y sólo quien está calificado como guía espiritual, sabe como transportarnos hasta allí y devolvernos a nuestra vida, sin agravar el karma ni extravíos mentales. El sistema inmunológico encuentra su armonía, con pequeñas porciones de todos los elementos disponibles en la alimentación y no puede fabricar, aquellos que no están en la dieta. El aporte inteligente de los componentes es esencial para una correcta nutrición. El tao nos dice: El hombre sabio alimenta su cuerpo, no sus sentidos... Inn Long - Daniel Joffe Enlightement Master

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